Había una familia que todos los años rentaba una hacienda en El Chico, un pueblo super mega ultra chiquito en Hidalgo, Mexico. Es esa clase de pueblitos en donde la mayoría de la gente es vieja y no hay mucho que hacer... ya saben, necesitas de creatividad para no aburrirte...
La hacienda donde se quedaban tenía muchas sisternas al lado de un jardin enorme en la entrada principal que era una reja bastante vieja junto aun arbol. Justo al lado de esa entrada esta la casita donde viven el vigilante y su esposa. En fin, volviendo a la casa...
Era mas vieja que la arruga mas prominente de la bruja de Blancanieves... La cerradura de la puerta para entrar a la casa ni siquiera servía. De hecho para cerrar la casa tendría que atorar la puerta con una cadena con candado. La puerta estaba mas que rota y se estaba pudriendo en algunas partes. Detras de ella habían dos cuartos (uno a la derecha con leña y uno a la izquierda con una mesa de ping pong rota-asi se escribe?) y unas escaleras que llevaban a la planta baja de la casa. Cuando subías por ellas había un dormitorio en frente y uno a la izquierda. A la derecha había una salida a un jardin. Tenías que salir por ahí para ir a los otros dormitorios y a la sala, donde algunas personas dormían en casas de campaña. Cerca de la sala estaba la cocina. Al lado de la cocina estaba el boiler y un baño con una tina.
Si salías al jardin había unas escaleras que te llevaban al huerto que rodeaba el jardin. Detrás de la casa estaba el bosque y al lado del huerto había un panteón, pero de esos antiguos donde la gente ni siquiera se preocupa de que los huesos estén saliendo de las tumbas.
En las noches una espesa niebla se posaba sobre el panteón y una luz fosforescente lo iluminaba. Esto no era tan sorpendente ya que es un pueblo minero. Los minerales eran lo que proporcionaba la luz, aún así no le quita es aspecto terrorífico al lugar.
Una noche toda la familia ya estaba dormida cuando los que dormían en los cuartos más cerca de las escaleras escucharon que "alguien" golpeaba la puerta, no la reja, sino la puerta. No eran cualquier tipo de golpes, sino unos secos, al mismo ritmo todos y a pesar de ser bastante fuertes, se escuchaban calmados. El que tocaran la puerta aún así no tenía sentido porque les recuerdo, la puerta estaba abierta.
Los golpes despertaron a una mujer que dormía en el cuarto frente a las escaleras. Ella despertó a su esposo para que fueran a ver quién era. Él le dijo que no fueran porque hacía un frío infernal. Finalmente decidieron no ir y los golpes se callaron.
A la mañana siguiente en el desayuno fueron unos amigos de la familia. Todos estaban reunidos en la mesa cuando los de los cuartos cerca de las escaleras preguntaron quién había tocado la puerta durante la noche. Nadie dijo nada, de hecho nadie más había escuchado los golpes. Dijeron que había sido un tío que lo negó e incluso se veía alarmado acerca de lo sucedido. Nadie confesaba haber hecho nada, luego uno de los amigos les dijo lo siguiente:
Hacía algunos años se iba a celebrar en esa hacienda la Primera Comunión del hijo de un velador. Todo estaba listo, pero cuando iban a partir a la iglesia no encontraron al niño. Lo buscaron todo ese día sin resultados. Hasta que al siguiente, lo hayaron ahogado en una de las sisternas de la casa. Se creía que el niño seguía en esa casa. A demás también habían sucedido otras desgracias hacían muchos años.
¿Qué pasó después? La familia terminó de desayunar y se apresuraron a empacar todas sus cosas, incluso los que tenían planeado regresar al día siguiente, como el tío al que todos culpaban.
La casa quedó vacía ese día excepto por el velador y su esposa, los padres del niño que se había ahogado años atrás.
La familia siguió haciendo ese viaje los siguientes años. Ya no volvió a pasar nada como eso en los siguientes años. Luego la familia dejó de visitar esa hacienda porque se volvió tedioso, repito: no había mucho que hacer en ese pueblo.
Hasta la fecha el tío al que todos culpaban niega haber tocado la puerta y no sabe de nadie más que lo haya hecho, de hecho cené con el ayer. Mi mamá tampoco sabe que pasó. Ella fue la mujer que se despertó con los golpes en la puerta. Mi papá, tampoco sabe nada. Mis abuelos y mi tía eran los otros que escucharon los golpes, pero aún así ignoran quién pudo haber tocado la puerta. Yo no escuché nada, resulta que estaba muy cansada ese día, y casi nadie me platica de ese asunto. De hecho, fue ayer que escuche esta versión.
No sé que pudo haber sido. La verdad es que la historia del niño suena bastante convincente... pero quién sabe qué pudo haber pasado. ¿Ustedes qué piensan?
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